viernes, 31 de julio de 2009
















ALTA RUTA MONTE-ROSA





Nuestro común amigo Paco, ha ido a ponerse a punto antes del asalto de la 3ª tanda de Alta Ruta Pirenaica y nos manda estas fotos:





""Os envío una serie de fotos de mi semana pasada en Suiza-Italia (Alta ruta del Monte Rosa). En ella pude hacer 10 cuatromiles, entre ellos el Dufourspitze (el segundo mas alto de los Alpes y algo complicado AD-). Tambien hice otro AD- muy bonito (Polux)"".
Saludos.
Paco





miércoles, 29 de julio de 2009

Alta Ruta Pirenaica 1

Núria - Refugio les Bouillouses







La segunda parte de la Alta Ruta nos llevará desde Núria hasta Alos d’Isil, son unos 200 Km repartidos en siete etapas entre tierras catalanas, francesas y andorranas.
Estamos a finales de Junio, y por lo general no deberíamos tener problemas con la nieve en esta parte de la cadena pero este año a sido muy nivoso, y nos han aconsejado llevar piolet y crampones, por lo que nos cargamos con algunos kilos de más. Llegamos a Queralbs vía Barcelona y desde allí subimos a Núria a pie, nos irá bien para calentar, en vistas a la primera etapa que será una de las más largar de este bloque.
1ª Etapa: Núria – Bouillouses.
Pernoctamos en el albergue Pic de l’Aliga desde donde con las primeras luces de la mañana salimos por la pista que desciende hacia el Santuario, desde donde cogeremos el camino que asciende al coll d’Eina. Un viento muy fuerte y frío nos sorprenderá en las proximidades del coll, nos abrigaremos y descendemos rápidamente por el valle de Eina en dirección al pintoresco pueblo d’Eina donde cogeremos la carretera poco transitada que nos conducirá al coll de la Perxa donde daremos cuenta de unas sobrasadas que llevamos desde Palma. La marcha continua hacia Bolquère y después por la carretera que da acceso a la estación “Pyrénées 2000” , siguiendo las marcas del GR-10, que nos harán coger una pista que asciende por un bosque, protegiéndonos su sombra del sol de estas horas centrales del día. Llegamos al Estany Negre, donde es obligada una parada para contemplar el paisaje y relajar nuestros pies en las frías aguas. Sólo nos queda un corto trecho para llegar al final de nuestra etapa que nos habrá costado 8 horas de marcha y un desnivel de 1100 metros de ascenso y otros tantos de bajada.



Núria desde el albergue de Pic de l'Aliga.


Ascendiendo al coll d'Eina


Valle d'Eina

La Cerdanya francesa con el macizo del Carlit.


El puebl0 d'Eina.

Estany Negre.

Refugio de Bouillouses.







jueves, 23 de julio de 2009

Pirineos4 Valle de Zuriza, Oza y Picos del Infierno.

Picos del Infierno.


Los Picos del Infierno constituyen por sí mismo un singular macizo de intrincadas crestas, empinados corredores y recónditos glaciares. Enclavados en un estratégico punto de la cadena, hacen de ellos un privilegiado mirador desde el cual podremos hacer volar nuestra imaginación, soñando con venideras ascensiones o rememorando anteriores gestas.
Casa de Piedra, en Baños de Panticosa será nuestro punto de partida.
Nos dijeron que no hacían falta los crampones ni el piolet, por lo que nos decidimos a subir sólo con los bastones. La mañana esta limpia, y el sol ya empieza acariciar las cumbres del Argualas y el Garmo Negro cuando dejamos atrás el fondo del valle. El camino sale de la parte posterior del refugio, marcado cómo GR 11, tomando la dirección de los embalses de Bachimaña, que alcanzaremos tras superar, primero un resalte donde la senda va cercana al río que en sucesivas cascadas va sorteando la abrupta ladera boscosa, después nuestro camino entra en una zona llana donde nos llama la atención una cascada que se precipita de la cubeta superior y a la cual llegaremos ascendiendo dicho escalón por el lado izquierdo.
El camino sigue bordeando los dos embalses, donde nos percatamos que ya está en avanzada construcción el refugio que sustituirá al de Baños de Panticosa. Pronto llegamos a los lagos Azules, donde los Picos del Infierno aparecen ante nosotros con sus genuinas betas de mármol blanca que dan una apariencia tan singular a esta montaña. De los lagos Azules, los neveros cubren el fondo del valle por el que ascendemos al collado del Infierno. Una vez en el collado no deja de sorprendernos el circular ibón que se cierne al pie del pico Tebarrai, y en el cual algunos hielos flotantes contrastan con el oscuro color de sus aguas. En este punto dejamos el GR11 y nuestros pasos se dirigen hacia una pequeña brecha situada en la arista NO, dejando la arista N que desde el mismo collado alcanza la cima más occidental, siendo su dificultad similar a la de nuestra ascensión. Una vez en la citada brecha nos vemos sorprendidos por un impresionante abismo, una gran placa de mármol blanco cubre toda esta empinada ladera, y dos mil metros más abajo, el pueblo de Sallent y su bullicio veraniego permanecen ajenos a nuestra marcha. Con cuidado vamos trepando por la arista para alcanzar un senderillo que atraviesa la faja de mármol y vuelve a encaramarse para ganar la arista O, que no dejaremos hasta la cima Occidental. Ahora sólo nos faltará atravesar la horizontal cresta somital que nos dará acceso a la cima central, la mas elevada.
Estamos solos, y esto nos permite disfrutar plenamente de la intimidad que se produce entre la montaña y el montañero, esta especie de complicidad, de goce que a veces nos brinda el poder alargar nuestra estancia en las alturas sin la premura de la tempestad que nos acecha, ni del gentío que literalmente nos empuja a salir corriendo para buscar algún rincón donde encontrar un poco de soledad. La vista se pierde más y más, sobre decenas de cimas y valles que salpican el paisaje y que seguramente en toda una vida no seremos capaces de recorrer. Cuantas montañas para tan poco tiempo.
La cima Oriental será nuestro próximo objetivo, que alcanzaremos después de un pequeño destrepe y una corta trepada hasta su cima. El descenso lo haremos por la cara sur de este último pico, regresamos hasta el colladito que nos separa de la cima central, poniendo mucha atención en encontrar unos hitos que señalan el itinerario, y que siempre van muy cerca del corredor que parte en dos esta vertiente. La ruta no es difícil, pero sí peligrosa por la calidad de la roca y su verticalidad, en 30 minutos nos situamos al pie de la pared, desde donde por un terreno algo caótico, vamos a ganar el cuello de Pondiellos. Un largo descenso de 1200 metros nos llevará directamente sobre los Baños de Panticosa, final de nuestra ruta y de nuestras aventuras por estas montañas que tanto nos gustan y tanto nos aportan. Gracias a ellas, que me permiten seguir soñando, gracias a mis amigos y a mi compañera con los que he podido compartir estos momentos. Gracias.















Pico de Piedrafita y collado del Infierno.







Pico de Tebarrai y Balaitus











Glaciar norte y lagos Azules desde la arista somital.

Garmo Negro y Argualas.

Picos del Infierno.









El itinerario de descenso va por la izq. del corredor.





Baños de Panticosa desde el descenso de Cuello de Pondiellos.

lunes, 20 de julio de 2009

Pirineos3 Valle de Zuriza, Oza y Picos del Infierno.

Castillo d'Acher


El Castillo d’Acher, de aspecto inexpugnable, nos reta a forzar sus muros para conquistar su atalaya. No será una epopeya su ascensión, pero tendrá su pelín de dificultad el alcanzar la cima por la brecha de la Punta Sur.
Nos hemos trasladado en coche desde Zuriza a través del valle Veral pasando por Ansó, y por una recién reformada carretera cambiamos de valle, para tras pasar por la población de Hecho seguir en dirección a la selva de Oza hasta el campamento Ramiro el Monje.
Emprendemos la marcha por el GR que encontraremos junto al puente de Oza y nos adentramos en el bosque por una fuerte cuesta, que poco después se suaviza para ir adentrándonos en el valle hasta que más arriba cruzamos el barranco de Espata y tras unas lazadas ya fuera del bosque, llegamos a un pequeño refugio. El castillo d’Acher aparece ya a nuestro alcance coronado por un cinturón rocoso que en esta parte (Sur) nos ofrece su único punto débil, una pequeña falla en el centro de la pared, y que será nuestra ruta de descenso.
Nosotros nos decidimos a ascender por la brecha situada justo al E de la Punta Sur, y que comporta un corto paso que se podría catalogar de 4+ (con un clavo sobre el paso).
Desde el refugio nuestros pasos se dirigen hacia la collada de lo Barcal, a la cual no llegaremos, ya que a la altura de la Punta Sur atajamos hacia un colladito situado en la misma divisoria, y que nos permitirá cambiar de vertiente. Una fuerte pendiente nos obliga a usar las manos acercacandonos a la brecha coronada por un bloque empotrado y que es el único paso posible. Un resalte vertical de unos 5 metros nos dará acceso a la pradera superior, y en pocos minutos a la cima.
El descenso lo haremos por el camino que nos a traído desde la brecha y desde ella sigue en dirección O, para encontrar la falla que nos permitirá regresar a las pendientes rojizas que sostienen estas murallas.





Punta Sur y a su derecha la brecha de acceso al cima.




Brecha de la Punta Sur.

En la brecha.