Aletchgletcher

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Tour de la Jungfrau

Amb un excel•lent itinerari dissenyat per Es Jefe hem tingut oportunitat de gaudir de les meravelles de la regió del Alps Bernesos, donat la volta a la vall de Grindewald i tancada per les parets del Eiger i els seus dos companys inseparables, el Monch i la Jungfrau. Una visita a la vall de Stechelberg, amb la visió de les cataractes de Trummelbach i les vistes prodigioses des de el refugi de Obersteinberg, amb prolongació fins a Blumental, a les rodalies de Murren, a on varem gaudir de les atencions den Steve, per perllongar fins a Saxeten i Interlaken, varen tenir com a premi final el recorregut de una part de la major glacera de l’Europa continental; el Aletscgletscher. Estar situat al ben mig d’aquesta llengua de glaç de més de 900 de fondària, 2 kilòmetres d’amplada i casi 25 de longitud es una de les experiències més copsadores que es pot experimentar. Les imatges den JMallorqui, incansable, així ho palesaran. No ho es tant haver-se de menjar la part final del recorregut amb temperatures de quatre graus negatius, vent de nord i neu caient sobre els nostres caps. L’esperit raconer i l’experiència del nostre àngel de la guarda, el guia Martí (fins i tot va aprendre a dir, en mallorquí, “Au, partim”) ens varen fer costat. Gracies de tot cor, Martí.

Ningú es va fer mal i tothom va gaudir d’una experiència que molts repetiríem ara mateix.

En un acte que ja es aviat es convertirà en tradició, el entrecot Cafè de Paris i la copa de gelat Danemark, varen suposar el punt i seguit d’aquesta sortida.

HRP 4º TRAMO - 8ª ETAPA

Las nubes corren por encima de la cadena fronteriza, al otro lado, el trueno retumba, el cielo se va cubriendo de negros nubarrones. La niebla nos envuelve y estamos a punto de tomar la dirección equivocada en las proximidades del col de Pau. Las primeras gotas empiezan a sonar sobre nuestros “gores” y los rayos van cayendo aquí y allá, apuramos el paso mientras descendemos hacia Guarrinza, final de nuestra etapa y de este tramo. Al llegar, nos cobijamos bajo unos árboles, junto a la pista que sube desde Echo, el taxi no tardará en llegar.

Sentados alrededor de la mesa hacemos acopio de fuerzas para iniciar esta larga etapa que nos llevará desde Candanchú hasta Guarrinza, en el valle de Echo. Largas lomas redondeadas y frondosas manchas de bosque reemplazarán a las interminables tarteras y largos neveros de jornadas anteriores.

El bosque de Sansanet bajo el paso de Aspe dará paso, después de cruzar por el mojón fronterizo 294 al valle que en ligero ascenso nos llevará hasta el solitario ibón de Astanes, de allí un descenso hacia Espelunguère. Una nueva subida nos conduce hasta la cota 1900 desde la cual disfrutaremos de una hermosa vista del Aspe. Largas praderías nos llevarán hasta el refugio de Arlet y desde aquí hasta el collado de Pau.

Pas de Aspe al fondo.

Cruzando el el barranco de Aspe.

Bosque de Sansanet

Ibón de Astanes

Saliendo de los bosques de Espelunguere.

Cota 1900 con el pico de Aspe.

Bajando a Guarrinza, Valle de Echo.

Fin de la etapa, fin del tramo 4º.

Alta Ruta IV - Chamonix - Zermatt

Alta Ruta III - Chamonix - Zermatt

Alta Ruta - II - Chamonix - Zermatt

Alta Ruta - Chamonix - Zermatt

Aunque con un poco de retraso, dejo aquí varias fotografías más de las muchas que pudimos hacer a principios de este mes en la conocida Alta Ruta, que une las poblaciones de Chamonix y Zermatt en los Alpes. Es difícil seleccionar un puñado de fotografías, de entre tantas y tantas, muchas de ellas espectaculares.

Estos días he estado ocupado preparando el vídeo que pude grabar de esta espectacular travesía. Ya casi está terminado. He podido incorporar muy buenas fotografías panorámicas de Nomisx, que dan mucho juego el vídeo. Haber cuándo organizamos un “soparillo” para principios de septiembre y podemos disfrutar del vídeo y las fotografías que seguro acumularemos este verano.

Poco tengo que añadir a los comentarios que nos brindó Nomisx respecto de los detalles de la ruta. Simplemente “espectacular”. Aunque no hay mucha vida allá arriba, la montaña parece “viva”, pues constantemente se mueve el glaciar, y por encima de él se observan frecuentes desprendimientos de rocas y hielo. En el refugio de Schönbiel se podían escuchar cada 15 ó 20 minutos.

También tuve la sensación de que fue “fácil”. Supongo que el excesivo buen tiempo (bastante calor) provocó esa sensación –engañosa- de estar dando un paseo por los glaciares “como Pedro por su casa” (Dícese de la persona que se mueve con desenvoltura en un lugar que no le es propio). No quiero ni pensar cómo será esta ruta con “mal tiempo” o en invierno (leer si acaso este enlace, donde se dan detalles de esta ruta en invierno y de los peligros reales y frecuentes que presenta:

http://personales.ya.com/muntanya/articles/cham.htm

Para los que no frecuentamos estos lugares, quizás la frase de John Forbes, pionero y gran conocedor de esta ruta, sea la que mejor pueda definir nuestra aventura: "Mi corazón continúa allí donde mi cuerpo no podrá volver más."

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