domingo, 13 de julio de 2008

ORDESA Y MONTE PERDIDO

A falta de disponer de las fotografías y vídeos editados, adelanto una fotografía prestada de la subida al Monte Perdido, el pasado lunes.





Subir al Monte Perdido (3355 metros) es hablar de LA ESCUPIDERA. Sin nieve, debe ser un paseo seguramente largo e incómodo, pero con nieve y/o nieve helada es otra cosa. Sin duda, la subida más al “límite” que hemos hecho algunos “raconers”, poco habituados al uso de crampones y piolets.

La estadística indica que en el tramo más pronunciado de esta rampa, la temida “ESCUPIDERA”, han muerto 60 personas en 30 años, al resbalar y salir despedidos por el precipicio. Un lugar realmente peligroso.

En nuestro caso, la subida fue bien, con la nieve “en su punto”, si bien, bastante helada en el último tramo y viento racheado y nubes. No podía haber fallos.

El resto de jornadas fueron de una gran belleza:

El mismo lunes, 3 raconers, sin descender del todo del Monte Perdido, se dirigieron a la BRECHA DE ROLANDO, manteniendo altura, por bajo del Pico de Marboré, hasta el Casco de Marboré y collado de los Sarrios. Bajamos un poco hasta la Cueva Helada (Gruta de Casteret). Todo ello, bajo un gran manto de nieve no pisada, con neveros espectaculares de gran pendiente. También un par de grimpadas al límite (10 horas de trescar a lo grande cerca de los 3 miles).

Previamente, el domingo, habíamos iniciado la marcha desde Nerín, donde dejamos la furgoneta. Por Cuello Arenas, fuimos subiendo y acercándonos al Circo de Soaso, para ver la magnífica vista del valle, su Cola de Caballo a nuestros pies y la Senda de los Cazadores a nuestra izquierda y llegada final al refugio de Goriz.

Tras la subida al Monte Perdido y las “variantes hasta la Brecha de Rolando” del lunes, el martes, desde el refugio de Goriz (2200 metros) subimos a la Collata de Arablo (2343 metros), bajada a la Fon Blanca, subida al Collado de Añisclo (2453 metros), bajada al valle de Pineta pero por la bellísima Faja de la Tormosa y finalmente, llegada al refugio de Pineta (1240 metros).

El miércoles, otra vez subida brutal al collado de Añisclo (desnivel 1200 a primera hora de la mañana), luego todo el cañon de Añisclo, unos 12 km., junto al río Bellós (bello bello), sin llegar del todo al Puente de San Úrbez, pues nos desviamos por un camino, para llegar a Sercué y Nerín. 10 horas andando.

El jueves, jornada de traslado en coche hasta la población de Benasqué. Descanso y subida por la tarde al refugio de Ángel Orús.

El viernes, subida a Pico de Posets o Pico Llardana (3375 metros) como también se le conoce. Es el segundo pico más alto de Pirineos. También usamos crampones y piolet por su Canal Fonda, aunque con escaso peligro. La cresta final fantástica. Despejado totalmente y con vistas a todas las cimas más importantes de este sector del Pirineo. Tiene otras vías de acceso más difíciles desde los refugios de Viadós y de Estós.

El sábado, regreso, con pequeña excursión en zona del Pallars Llussà, concretamente el Congost de MontRebei, una preciosa garganta, con camino aéreo, sin dificultades.

Salvo las incomodidades ya conocidas de los refugios, con multitud de anécdotas (¡¡ La taquilla de Alcatraz, Mi Casa, Los Albóndigas, los Atorrijaos, ritmo militar, 12 segundos para bajar las barreras de la comida, el lavabo de Alcatraz ¡¡), todo ha sido un auténtico deleite y esto sin remontes, teleféricos, telesillas, ni ninguna ayuda, salvo nuestras piernas raconeras.

PD: Las últimas noticias del Monte Perdido y de Posets, han sido trágicas, por cuanto unos días antes murió un joven en el “Lago Helado”, que está en la base de la Escupidera del Perdido y ayer domingo, una joven cayó desde la cima de Posets. Al haber estado hace tan poco por allí, impresiona si cabe más.
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