En nuestros recorridos por la montaña, cuando hacemos paradas durante el itinerario para escuchar y observar, en silencio, toda la Vida que hierve a nuestro alrededor, y comparar nuestra respiración con la de ella - el sonido del agua, movimiento de las ramas, olores, viento, frutos que caen del árbol, el lenguaje de la vegetación – se abrirá en nuestro cuerpo y mente la puerta que permite adentrarnos en las sensaciones más primarias de nuestro ser y descubrir que nosotros también formamos parte del latido inconmensurable del Universo (extraído de un artículo sobre senderismo de la zona del Pallars - Lleida).
Foto de ayer sábado en Planícia.
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