lunes, 22 de junio de 2015

SOS: Poseidon MkIII al rescate.

El jueves hubo un sonado rescate en helicóptero de 14 turistas atrapados por una crecida en el torrent de Pareis, provocada por las fuertes lluvias previstas, anunciadas, e incluso con alerta activada.
Pues bien, dos días después, tuvimos ocasión de comprobar que el sentido común es el menos común de los sentidos.

Equipados con el Poseidon MkIII, fiel compañero de aventuras, nos dispusimos a remontar y descender el torrente, si fuera posible.
Encontramos una avalancha de gente bajando el torrente, que daban por hecho que estaría seco. Ni un bañador, ni una triste bolsa de plástico para el teléfono... incluso con guía de una presunta empresa de aventuras. ¡Con empresas así, la aventura está garantizada, desde luego!
También nos topamos con dos alemanes cruzando los gorgs en pelotas, y otros tratando de buscar una salida alternativa del torrent, para evitar el agua... ¡en un mapa de Mallorca entera!

Aquí no se hacía pie. Se formó un tapón monumental, pero no hizo falta el helicóptero. El Poseidon MkIII se bastó él solito.

No somos quién para dar sermones, pero nos vemos en la obligación de recordar a nuestros lectores que un torrente es un medio hostil para el ser humano. Patinazos, desprendimientos, hipotermias, agotamiento, deshidratación... todo esto está al acecho. Y el de Pareis, por muy transitado que esté, sigue siendo un torrente, ¡el más grande de Mallorca, además!, así que nadie puede poner una reclamación por encontrar que tiene agua después de llover (encontramos un señor muy cabreado por esta circunstancia, aunque sabía lo del rescate dos días antes).

Así pues, tras presenciar peligrosas escenas para evitar el agua, y mochilas volando por encima de los gorgs, el Poseidon MkIII tuvo bastante trabajo, haciendo varios viajes para salvar cámaras de fotos, teléfonos, unos valiosos bocadillos, mochilas, ropas secas, alguna relación de pareja a punto de zozobrar por hipotermia, e incluso a un señor que no sabía nadar.

Pensamos que al igual que la existencia de hospitales no nos anima a irnos dando cabezazos contra las paredes, el disponer de unos servicios de rescate extraordinarios no nos obliga a despreciar el peligro en la montaña. ¡Háganse amigos de algún excursionista y vayan con él! Disfrutarán, aprenderán, e irán más seguros.

¡Gracias, Poseidon MkIII! ¡hasta nuestra próxima aventura!

2 comentarios:

nomisx dijo...

Com debia estar la cosa que uns bons amics meus, foscaires per més senyes, varen decidir retornar al pas de grassos estrenyeu-vos per evitar un mal trangol al grup que portaven. Aixó si es tenir seny!
Molt divertit per cert !

Correcamins dijo...

Molt divertida la descripció, però assenyada (sensata).