RESTO DE LA CRÓNICA – SEGUNDA PARTE:
3 valientes y 1 cámara (el cámara no es valiente, pero también está un poco pirado) continuaron desde el “forat” la excursión siguiendo la cresta de la Serra de ses Farines, que parecía “tonta”, pero que al final resultó ser muy exigente, de las que no se olvidan, tanto en la ida como en la vuelta.
La fotografía superior es la punta máxima a donde se puede llegar; es la altura de 498 metros que se ve en el mapa de Alpina, junto encima del Entreforc. En este punto, estrecho y muy aéreo (yo estaba bastante tenso) se divisa una vista excepcional y privilegiada de Sa Fosca y del Torrent de Pareis.
El regreso, realizado a media altura, por la zona más càrstica, fue un infierno. Creo que es de los terrenos más malos que se pueden pisar en esta Tierra; de hecho, hubo un momento en que pensamos que estábamos en otro “planeta”. Sólo para “raconers”. Inolvidable, para “masocas”.