viernes, 8 de diciembre de 2006

Pas de Sa Mata (02-12-2006)

Tras descender rápidamente a través de Es Burgà (con precaución, hay mucha humedad), alcanzamos el Torrent de Lluc. Por un sendero que recorre su margen izquierda, continuamos hasta alcanzar S’Entreforc, no sin antes tomar algunas imágenes de las cuevas que se abren a ambos lados. Mientras reponemos fuerzas con un desayuno ligero, acompañados por un pequeño rebaño de cabras, tenemos la oportunidad de contemplar la salida de Sa Fosca, la pared de Es Cingle d’es Niu d’es Voltor i, siguiendo el Torrente, la enorme boca de Sa Cova d’es Soldat Pelut.

Un repentino chubasco, de no más allá de 10 minutos, cambia nuestros planes. Aunque iniciamos el descenso del Torrent de Pareis, por la vereda abierta en su orilla derecha, al alcanzar las inmediaciones de Sa Llosa, donde es obligado superar unos enormes peñascos, el estado de la roca, húmeda y muy resbaladiza, nos obliga a desistir y volver sobre nuestros pasos, dejando el Pas de Contrabando para una mejor ocasión. Desandando el camino nos dirigimos hacia el Pas de Sa Mata, remontando el Torrent de Lluc por su lecho. Este paso, situado en el lateral izquierdo, nos permite alcanzar la ladera a través de una enorme mata (Pistacia Lentiscus) que le da nombre. En la misma, y tras superar un comellar con la ayuda de algunas fitas alcanzamos un camino claramente marcado, con algunos tramos construidos sobre paredes de marge. Un tiempo más tarde nos sorprende el sonido del agua corriendo. Un pequeño reguero de agua surge del lecho rocoso del torrente y se precipita por entre unas rocas, alimentando unos gorgs, llenos casi por completo. Un cartel situado en la parte derecha de la entrada al lugar nos llama la atención, por lo que decidimos bajar y satisfacer nuestra curiosidad. Se trata de un letrero con el titulo AJUDA AL FERRERET nos informa de que estamos en uno de los lugares donde vive este anfibio endémico de nuestra isla, encareciéndonos que extrememos las precauciones para respetar el entorno.

Tras tomar unas imágenes de este bello lugar, continuamos por el sendero empedrado que, poco a poco, va descendiendo hacia el torrente. Al alcanzar el mismo, decidimos continuar el camino por su cauce. A medida que el mismo va girando suavemente hacia la derecha, las orillas se van poblando de encinas y pinos. Poco después alcanzamos a ver una rejilla metálica a la derecha. Es la señal para abandonar el torrente y continuar por el camino que va a su lado.

Este recorre algunas sitjes de carboner, hasta alcanzar un punto en el que se observa una ladera a la derecha en la que se pueden ver bancales llenos de olivos. Tomando como referencia una pared medianera de buen tamaño, vamos ascendiendo bancal tras bancal, ahora arriba, ahora abajo, hasta alcanzar un camino que procede, con seguridad, de la finca de Son Colom. Tomando ese camino a mano derecha, atravesamos un portell flanqueado a su izquierda por un nespler (Mespilus Germanica) y a la derecha por una figuera (Ficus Carica). Siguiendo el mismo alcanzamos un collado, desde el que se aprecian a la izquierda, arriba las casas de Son Massip y abajo, unos campos cultivados pertenecientes a Son Colom. Observamos que, al final de los campos, aparece una robusta pared que decidimos seguir. Abandonamos el camino y alcanzamos un coll en el que se puede distinguir los restos de una barraca y una magnifica era, donde se podía aventar el cereal en tiempo de cosecha, llena de cebes marines (Urginea maritima.

Desde el mismo continuamos la ascensión por el comellar lleno de carritx (Amphelodesmos Mauritanica). El terreno se complica y la referencia debe ser la de un bosque de Pinos que aparece como una franja en sentido izquierda – derecha en la montaña que tenemos enfrente. Nuestro objetivo es alcanzarlo, atravesando un terreno muy complicado y sin concesiones (ver nota).

Es posible que en el mismo alcancemos a ver un pequeño arco de piedra, que nos confirmará que estamos en el buen camino. Al alcanzar el bosquecillo de pinos, observaremos a la derecha una pared que lo atraviesa, con un portell que tomaremos usando un camino que, poco después, nos llevara a una barraca de carboner en buen estado. Desde aquí y siguiendo un sendero poco marcado en sentido ascendente debemos alcanzar un coll situado a nuestra derecha y en el que se observan restos de un camí de carboners. Este camino nos lleva a un pequeño comellar que atraviesa una pared con un portillo, tras atravesarlo y seguir el camino (en ocasiones se pierde), nos da acceso a una sitja de carboner, en excelente estado (aún se distingue la piedra central, usada como referencia). Tras atravesarla, alcanzamos otro portell, que nos da acceso a un sendero que siguiendo por el lado derecho de una pared nos lleva a un amplio camino, que siguiéndolo en sentido descendente nos conduciría al Porxo de Sa Tanca. Tomamos este en sentido ascendente para, unos minutos después, alcanzar los alrededores de la Finca de Escorca. Para evitar pasar por su interior, la rodeamos por la derecha siguiendo la pared exterior lo que en pocos minutos, nos llevara por detrás de la Ermita a nuestro punto de partida.

Nota.- Una buena referencia es la de que, a nuestra espalda, tendremos a la vista continuamente la Roca o Peña Roja (840 m) y las casas de Cosconar. El coll que hemos de ir a buscar, esta situado en una línea que bajando perpendicularmente uniría la Peña, Cosconar y el citado coll.

1 comentario:

guapeton dijo...

Segun el amo de Escorca, existia un camino entre escorca y son Colom. Una vez lo buscamos saliendo de la particion entre las fincas de Escorca y son Macip ,y se ve algun resto pero al final se pierde .,aunque el terreno no es muy complicado para llegar a son colom