lunes, 4 de junio de 2007

Un somni dins la Mar:Sa Dragonera



La meteorología fue clemente y nos regalo un día excepcional. Los diez minutos de travesía a bordo de LA MARGARITA desde Sant Elm hasta Cala Lladó, nos permiten disfrutar del sol y la fresca y ligera brisa que nos acompañarían todo el día. Tras ser recibidos por las que se convertirán en nuestras anfitrionas (las SARGANTANES) nos dirigimos al Coll Roig (93 m) a buen paso. Un amplio y bien cuidado camino nos conduce a través de SA TANCA, entre antiguos (y recuperados) olivares y algunos campos de labor abandonados, hasta alcanzar el Collado. Un poco de descanso y un bocado en buena compañía (humana y animal), permiten que algunos ahonden en su relación (muy personal) con algunos ejemplares de podarcis lilfordi (lagartija balear).

Continuamos la ascensión por el bello y fácil camino de los fareros que nos ofrece vistas sobre toda la costa desde Es Morro de Sa Ratjada y el Vall de Sant Josep (La Trapa) hasta Cala Llamp y el Puerto d’Andratx, con el Pantaleu dominando la rada de Sant Elm. El acoso constante de las gaviotas, que intentan proteger sus zonas de cría volando por encima de nuestras cabezas, se asume con gusto al llegar a la cima de Na Pòpia (363 m). Los restos del Faro son, aún después de ser abandonados hace más de 100 años, impresionantes por sus dimensiones y complejidad. Su situación privilegiada nos permite tener una panorámica distinta e insospechada de toda esta zona costera. Permanecemos un largo rato visitado cada rincón y descubriendo sus pequeños secretos (ahora un túnel, después una escalera de caracol, a continuación una cisterna, ...) Una nota de nostalgia aparece al recordar a los desafortunados prisioneros de guerra que tuvieron que levantarlo en condiciones muy duras. !Vaya paradoja¡, su infierno es nuestro paraíso.

Tras no pocos esfuerzos (algunos aún estarían ahí) conseguimos iniciar el descenso por el mismo camino. Llegados al enlace con la pista que nos conduce al Faro de Llebeig, se produce la desbandada. Algunos deciden visitar el Faro de Tramuntana con su pequeño museo y Sa Cova d’es Moro (cerrada, por desgracia), otros optan por la Miranda y un baño (libre de medusas afortunadamente) e incluso unos terceros optan por una buena sombra para comer algo y compartir un poco de café y licor cortesía del Señor de Sa Torre. Todas las opciones son buenas.

A las 15:00, todos embarcamos de nuevo en la barca que nos conducirá de vuelta. ¿Todos?, bueno... alguno se enamoro de la isla y estiró su estancia un poco más, lo que resulta, al fin y al cabo, comprensible. La barca, sobrecargada y castigada por el embat, se mueve un poco en la vuelta, llegando “humedecidos” a Sant Elm poco después. Un refresco (cortesía de Correcamins) mientras esperamos a nuestro Robinson Crusoe particular, permite intercambiar las primeras impresiones. No sorprendentemente hay coincidencia: Valdrá la pena volver.

1 comentario:

guapeton dijo...

Que es eso de en ramirin...
Cuando no estoy me poneis a parir, eh...me vengare !!!