Séptima etapa Refugio de Certascan – Alós d’Isil
La noche aún es cerrada cuando me asomo fuera del refugio, el cielo está algo enmarañado de nubes altas que apenas dejan entrever las estrellas. Nos disponemos a desayunar, los termos están sobre la mesa, el guarda nos los preparó la noche anterior.
Parece ser que sólo cuatro de los componentes del grupo nos decidimos a completar la etapa de hoy, los demás descenderán hacia Tavascan donde cogerán un taxi hasta Esterri.
El gran lago de Certascan nos queda a nuestra derecha, mientras nuestros pasos rompen la dura cortez
a de los neveros que caen sobre el lago. El cielo ha tomado unas tonalidades rojizas, y una suave brisa se levanta, el día se despereza.
Unas fuertes pendientes nevadas nos conducen hasta el coll de Certascan desde donde por una larga coma descendemos a los estanys de Guerosso. El tiempo ha cambiado, una fina lluvia nos acompaña. Ya en los estanys el camino se va introduciendo en el bosque buscando las granjas de Noarre. Y es aquí al poco de iniciar la bajada donde el grupo se divide. Nuestros pasos ahora van por una senda que a media altura bordea el “Cap de Causes” para ir a buscar la pista que desde Noarre sube en dirección norte, hacia el Estany del Port. La senda, muy visible al principio, se va perdiendo más adelante, por lo que nos vemos forzados a descender a la pista de mala manera, por una pendiente muy fuerte. Llegamos a la pista justo en el punto donde se une la pista que sube de Tavascan con la que viene de Noarre, debiendo tomar la dirección de Tavascan hasta encontrar una senda a mano derecha que toma la dirección del Mont-Roig.
Subimos uno detrás del otro, absortos en el paisaje dominado por el Mont-Roig que con su gran mole tapona el final del valle. Silencio es la mejor palabra que define al valle de la Roia de Mollàs, sólo nosotros, con nuestro andar, rompemos la sintonía del lugar, aunque nuestros pasos son rápidos y pronto dejamos atrás el fondo del valle para llegar al refugio Mont-Roig. El valle, como he dicho queda cerrado por la mole de está gran montaña y nuestros pasos giran en dirección sur superando un primer repecho junto a una cascada para ir ganando sucesivamente los diferentes Estanys de la Gallina hasta llegar al Estany Major, donde volvemos a girar al oeste para enfilar el coll de Calberante. Aquí cometemos un gran error al confundir este coll con el collet de la Gallina y seguidamente el coll de la Comella por el de la Tartera, teniendo desde este último que descender primero en diagonal a la derecha para por fin, después de darnos cuenta de nuestro error enfilar el ramal principal del valle para alcanzar la H.R.P. Desde aquí ya no habrá más que seguir el valle para ir a encontrarnos con el Noguera Pallaresa por donde circula la carretera que nos conducirá hasta la población de Alós d’Isil.
Han sido 12 horas, 1400 metros de ascenso y 2200 de bajada acumulada.
Han sido muchos los desniveles acumulados en ésta segunda parte de la HRP que cada uno de nosotros lleva grabados en el rostro cansado, pero al mismo tiempo felices de haber podido llegar a nuestro destino, felices de que nuestro espíritu y nuestras piernas nos hayan permitido completar éstas etapas.
La noche aún es cerrada cuando me asomo fuera del refugio, el cielo está algo enmarañado de nubes altas que apenas dejan entrever las estrellas. Nos disponemos a desayunar, los termos están sobre la mesa, el guarda nos los preparó la noche anterior.
Parece ser que sólo cuatro de los componentes del grupo nos decidimos a completar la etapa de hoy, los demás descenderán hacia Tavascan donde cogerán un taxi hasta Esterri.
El gran lago de Certascan nos queda a nuestra derecha, mientras nuestros pasos rompen la dura cortez
a de los neveros que caen sobre el lago. El cielo ha tomado unas tonalidades rojizas, y una suave brisa se levanta, el día se despereza.Unas fuertes pendientes nevadas nos conducen hasta el coll de Certascan desde donde por una larga coma descendemos a los estanys de Guerosso. El tiempo ha cambiado, una fina lluvia nos acompaña. Ya en los estanys el camino se va introduciendo en el bosque buscando las granjas de Noarre. Y es aquí al poco de iniciar la bajada donde el grupo se divide. Nuestros pasos ahora van por una senda que a media altura bordea el “Cap de Causes” para ir a buscar la pista que desde Noarre sube en dirección norte, hacia el Estany del Port. La senda, muy visible al principio, se va perdiendo más adelante, por lo que nos vemos forzados a descender a la pista de mala manera, por una pendiente muy fuerte. Llegamos a la pista justo en el punto donde se une la pista que sube de Tavascan con la que viene de Noarre, debiendo tomar la dirección de Tavascan hasta encontrar una senda a mano derecha que toma la dirección del Mont-Roig.
Subimos uno detrás del otro, absortos en el paisaje dominado por el Mont-Roig que con su gran mole tapona el final del valle. Silencio es la mejor palabra que define al valle de la Roia de Mollàs, sólo nosotros, con nuestro andar, rompemos la sintonía del lugar, aunque nuestros pasos son rápidos y pronto dejamos atrás el fondo del valle para llegar al refugio Mont-Roig. El valle, como he dicho queda cerrado por la mole de está gran montaña y nuestros pasos giran en dirección sur superando un primer repecho junto a una cascada para ir ganando sucesivamente los diferentes Estanys de la Gallina hasta llegar al Estany Major, donde volvemos a girar al oeste para enfilar el coll de Calberante. Aquí cometemos un gran error al confundir este coll con el collet de la Gallina y seguidamente el coll de la Comella por el de la Tartera, teniendo desde este último que descender primero en diagonal a la derecha para por fin, después de darnos cuenta de nuestro error enfilar el ramal principal del valle para alcanzar la H.R.P. Desde aquí ya no habrá más que seguir el valle para ir a encontrarnos con el Noguera Pallaresa por donde circula la carretera que nos conducirá hasta la población de Alós d’Isil.
Han sido 12 horas, 1400 metros de ascenso y 2200 de bajada acumulada.
Han sido muchos los desniveles acumulados en ésta segunda parte de la HRP que cada uno de nosotros lleva grabados en el rostro cansado, pero al mismo tiempo felices de haber podido llegar a nuestro destino, felices de que nuestro espíritu y nuestras piernas nos hayan permitido completar éstas etapas.
A éstas alturas, ya nos hemos olvidado de las ampollas que nos produjeron aquellas largas etapas, y sólo esperamos ansiosos la fecha ( 19 de septiembre) en la que iniciaremos nuestra próxima singladura de ésta singular aventura que nos tiene que llevar al otro extremo de ésta gran cordillera que son nuestros Pirineos.
Refugio de Certascan
Refugio de Certascan
Lago de Certascan
Lago de Certascan y macizo del Sotllo der.
Pico de Certascan
Coll de Certascan
Hacia los Estanys de Guerosso
Barranco de la Roia de Mollàs y Mont-Roig
Valle de Roia de Mollàs
Refugio Mont-Roig
Al fondo collet de la Gallina, inicio de nuestro error.
Descendiendo el collet de la Gallina.
Nos hemos encontrado, y rectificamos.
Barranc de Comamala.
Fin de etapa, fin de la 2ª parte.
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