El día nos regala una niebla situada por encima de nosotros, con una previsión de mejora hacia la tarde. Lo de todos los días. Nos dirigimos al Colle delle Turlo y tomamos el camino claramente marcado que lo señala. Se trata de un camino espléndido. Atraviesa algunos bosques para alcanzar al cabo de una hora la aldea de Faller (1984 m). Desde este punto tenemos una excelente visión sobre el Valle de Alagna y sobre el Rifugio Pastore que nos ha acogido la víspera. Pronto alcanzamos la niebla, que no nos abandonará en las próximas dos horas. El camino, manteniendo su amplio y cómodo trazado, aumenta su pendiente de forma progresiva. Tras dos paradas para reponer fuerzas (en una de ellas hacemos uso de un excelente banco construido al lado del sendero), sentimos la brisa en la cara y una aumento de la intensidad del sol. Tras un brusco giro a la derecha, alcanzamos el collado, abierto en la montaña a base de dinamita. Pocos minutos después, el cielo se abre y nos permite disfrutar de una visión maravillosa. Un enorme mar de nubes cubre los Valles de Alagna y Macugnaga. El cielo es de un intenso azul. Un regalo para los ojos y una delicia para los aficionados a la fotografía. El lugar es tan hermoso que algunos decidimos descansar un buen rato tras las más de 3 horas de subida continua. Otros trepan por los alrededores a la búsqueda de nuevas perspectivas. Con algo de pena, iniciamos el descenso hacia el Valle de Quarazza, atravesando de nuevo la niebla. Tras algo más de una hora de bajada alcanzamos el Bivacco Lanti (2150 m). Se trata de un refugio no guardado constituido por dos pequeñas edificaciones que permiten dan cobijo hasta a una docena de personas en caso de emergencia.
El camino prosigue por la margen derecha del Valle sin perder altura. La niebla ha desaparecido y nos permite apreciar un enorme glaciar a nuestra izquierda. En su parte final se origina un caudal de agua que, tras precipitarse por unas bellas cascadas se une al río que origina el Lacco delle Fatte (Lago de las Hadas, 1309 m). Alcanzamos un conjunto de casas en estado de ruina (Schena, 1987 m) que nos conducen al sendero que, tras un vertiginoso y divertido descenso nos lleva a la aldea de La Piana (1613 m), donde un rebaño de vacas nos recibe con indiferencia. A partir de este momento, la senda recorre la margen derecha del río Quarazzolo, hasta alcanzar un puente que nos traslada a la orilla izquierda donde se convierte en camino. Aquí y allá se adivinan algunos edificios y construcciones que atestiguan el pasado minero del Valle. El nombre es descriptivo: La Citta morta (la ciudad muerta). El espectáculo de los gorgs y las cascadas del río es delicioso. Las rocas están tapizadas de un bello color blanco que destaca la claridad de las aguas. Finalmente alcanzamos el Lago, convertido en playa alpina donde esperamos a que el propietario del Hotel nos recoja con su coche para evitarnos el feo tramo de pista hasta Staffa, tomando el sol en buena compañía.
Hora Inicio = 08:00 Hora Final = 16:30
Cota Mínima: Rif. Pastore (1575 m) Cota Máxima: Colle delle Turlo (2881 m)
Lo Peor: El tramo de pista forestal desde el Lacco dei Fatte hasta Staffa.
Lo Mejor: El mar de nubes cubriendo todo el Valle sobre Macugnaga..
Hotel Dufour
Situado en la plaza de ayuntamiento, en pleno centro del pueblo, al lado del río Anzasca. Su propietario sabe hablar español perfectamente (su señora es colombiana). La comida es sabrosa aunque no muy abundante. Habitaciones funcionales y sobrias. Trato familiar y muy cordial.
La Anécdota
Tras alcanzar el Colle delle Turlo, algunos decidieron hacer una pequeña escapada a las montañas circundantes. Una compañera que había hecho la colada el día anterior y como su ropa aún no se había secado decidió ponerla al sol sobre unas rocas al cuidado de este cronista. Al cabo de unos minutos alcanzaron el collado un grupo de franceses de cierta edad. Poco después se iniciaron los comentarios, cuchicheos, codazos, sonrisitas … entre aquellos veteranos. ¡¡ Toda la ropa era lencería intima femenina ¡¡
La Historia
El camino que recorrimos es un sendero tradicional que fue acondicionado y mejorado en la década de los años 30 por los Alpini (tropas de montaña) italianos. A finales de 1943, tras la rendición de Italia a las fuerzas aliadas y la ocupación de la Península por los Alemanes, un numeroso grupo de prisioneros de guerra aliados fue liberado por los partisanos italianos. Con la ayuda de la población civil y de los guerrilleros antifascistas, casi todos alcanzaron la libertad atravesando estos caminos en pleno invierno, llegando Zermatt o Saas-Fee. Algunos, debilitados, malnutridos o enfermos, no lo consiguieron. Muchos de sus protectores cayeron en enfrentamientos armados o fueron ejecutados tras su captura. Hoy en día este bello conjunto de senderos se denomina “Sentiere della Libertà” (Caminos de la Libertad).
El camino prosigue por la margen derecha del Valle sin perder altura. La niebla ha desaparecido y nos permite apreciar un enorme glaciar a nuestra izquierda. En su parte final se origina un caudal de agua que, tras precipitarse por unas bellas cascadas se une al río que origina el Lacco delle Fatte (Lago de las Hadas, 1309 m). Alcanzamos un conjunto de casas en estado de ruina (Schena, 1987 m) que nos conducen al sendero que, tras un vertiginoso y divertido descenso nos lleva a la aldea de La Piana (1613 m), donde un rebaño de vacas nos recibe con indiferencia. A partir de este momento, la senda recorre la margen derecha del río Quarazzolo, hasta alcanzar un puente que nos traslada a la orilla izquierda donde se convierte en camino. Aquí y allá se adivinan algunos edificios y construcciones que atestiguan el pasado minero del Valle. El nombre es descriptivo: La Citta morta (la ciudad muerta). El espectáculo de los gorgs y las cascadas del río es delicioso. Las rocas están tapizadas de un bello color blanco que destaca la claridad de las aguas. Finalmente alcanzamos el Lago, convertido en playa alpina donde esperamos a que el propietario del Hotel nos recoja con su coche para evitarnos el feo tramo de pista hasta Staffa, tomando el sol en buena compañía.
Hora Inicio = 08:00 Hora Final = 16:30
Cota Mínima: Rif. Pastore (1575 m) Cota Máxima: Colle delle Turlo (2881 m)
Lo Peor: El tramo de pista forestal desde el Lacco dei Fatte hasta Staffa.
Lo Mejor: El mar de nubes cubriendo todo el Valle sobre Macugnaga..
Hotel Dufour
Situado en la plaza de ayuntamiento, en pleno centro del pueblo, al lado del río Anzasca. Su propietario sabe hablar español perfectamente (su señora es colombiana). La comida es sabrosa aunque no muy abundante. Habitaciones funcionales y sobrias. Trato familiar y muy cordial.
La Anécdota
Tras alcanzar el Colle delle Turlo, algunos decidieron hacer una pequeña escapada a las montañas circundantes. Una compañera que había hecho la colada el día anterior y como su ropa aún no se había secado decidió ponerla al sol sobre unas rocas al cuidado de este cronista. Al cabo de unos minutos alcanzaron el collado un grupo de franceses de cierta edad. Poco después se iniciaron los comentarios, cuchicheos, codazos, sonrisitas … entre aquellos veteranos. ¡¡ Toda la ropa era lencería intima femenina ¡¡
La Historia
El camino que recorrimos es un sendero tradicional que fue acondicionado y mejorado en la década de los años 30 por los Alpini (tropas de montaña) italianos. A finales de 1943, tras la rendición de Italia a las fuerzas aliadas y la ocupación de la Península por los Alemanes, un numeroso grupo de prisioneros de guerra aliados fue liberado por los partisanos italianos. Con la ayuda de la población civil y de los guerrilleros antifascistas, casi todos alcanzaron la libertad atravesando estos caminos en pleno invierno, llegando Zermatt o Saas-Fee. Algunos, debilitados, malnutridos o enfermos, no lo consiguieron. Muchos de sus protectores cayeron en enfrentamientos armados o fueron ejecutados tras su captura. Hoy en día este bello conjunto de senderos se denomina “Sentiere della Libertà” (Caminos de la Libertad).
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