jueves, 16 de agosto de 2007

Día 7 – Victoria Demorada, Retirada Estratégica




Desayuno rápido y copioso, con un ojo puesto en la previsión meteorológica y otro en la webcam situada en Mittelallalin. La primera es mala, la segunda muestra una fantástica sopa de guisantes por todo paisaje. Desolador. A pesar de todo decidimos, con muchas dudas, tomar el teleférico y subir. Pronto se hace evidente a nuestros ojos lo que no nos atrevíamos a creer abajo. La cumbre esta cubierta por una espesa capa de nubes. Llegamos a Mittelallalin. La visibilidad en los mejores momentos no supera los 50 metros de distancia. La mejor decisión, esperar tomando una bebida caliente. Poco a poco van llegando algunos grupos que cuentan con guía profesional para intentar hacer la cumbre. Ellos también deciden esperar. Hacia las diez, se inicia el movimiento, parece que ha mejorado algo y decidimos equiparnos. Arnés, Polainas, crampones para la nieve, cuerda de seguridad, … Salimos al exterior y nos topamos con la niebla. Empezamos a caminar por una pista de esquí de la que sólo apreciamos de cuando en cuando algunos postes indicadores. Pronto perdemos la pista de los grupos que nos preceden. Empieza a nevar de forma suave y persistente. Al fondo oímos el sonido de algunas maquinas quitanieves trabajando. Caminamos no sabemos muy bien por donde en búsqueda de nadie sabe que. Nos paramos. Una breve discusión finaliza con una excelente decisión. La montaña no se va a mover de ahí y con esta climatología lo más probable es que no sólo no la encontremos, sino que no la disfrutemos. Vuelta sobre nuestros pasos con pinta de penitentes de jueves santo. Nos superan las máquinas que hemos oído antes, evitándonos por poco. De vuelta a Mittelallalin, esperamos sin quitarnos todo el equipo a la espera de una mejoría. Hemos fijado una hora límite, superada la cual, aunque aclarase no haríamos el intento por seguridad. Al cabo de un rato, retorna un guía con su cliente. Su respuesta es demoledora. Casi todo el tiempo han tenido niebla cerrada. Casi no han podido ver la cumbre ni el espacio circundante. Es el momento de deshacerse del resto del equipo y bajar. Hacemos una visita a unas grutas de hielo excavadas en el Feegletscher. Casi no prestamos atención y pronto tomamos el Metro Alpin de vuelta. He visto en algunos velatorios tipos con mejores caras que las nuestras. Al llegar a Feldskinn, El Jefe tiene una brillante idea. ¿Qué tal una visita al Britannia Hütte (3030 m)? Dicho y hecho, nos ponemos en camino atravesando el ChessjenGletscher. El camino es divertido y con las ganas que tenemos de hacer algo, nos echamos unas carreras a ver quien llega antes. Como casi siempre, Es Senyor de Sa Torre y El Jefe, triunfan. Un pequeño pico cercano se convierte en el nuevo objetivo; como un guiño del destino, su cumbre tiene una pintada que lo identifica como Klein Allalin (el pequeño Allalin). El que no se conforma es porque no quiere. Una sopa caliente y …división del grupo. Algunos deciden acabar la jornada bajando por el glaciar, para pasar por detrás del Egginer (3366 m) y el Mittaghorn (3143 m) por un bello camino olgado sobre los acantilados chasta Saas-Fee. Otros, tomaran el camino desde la cota 2490 por entre los bosques y otros bajaremos hasta el final para descansar de cara al día de mañana. Durante la cena, tomamos la decisión. Mañana haremos un nuevo intento. La previsión meteorológica es excelente.

Hora Inicio = 07:00 Hora Final = 15:30

Cota Mínima: Saas-Fee (1800 m) Cota Máxima: MittelAllalin (3456 m)

Lo Peor: Las sensaciones al tomar la decisión de abandonar el intento.

Lo Mejor: La divertida excursión al Britannia Hütte.

La Anécdota
Al volver del Britannia Hütte, tuvimos ocasión de apreciar como un grupo se dirigía hacia el mismo con muchos problemas y equipado de forma peculiar. Zapatillas de deporte, falda por debajo de la rodilla ellas, ropa negra y tirabuzones en el pelo ellos, … Se trataba de una familia de judíos ultraortodoxos que formaban parte de un numeroso grupo que encontrábamos a cada paso en Saas-Fee. No cabe duda de que son el pueblo elegido por Dios, porque atreverse a 3000 metros a atravesar un glaciar (por pequeño que sea), con ese equipo y sin conocimientos demuestra una fe que, ahora sí, permite mover montañas.

La Historia
La primera ascensión registrada al Allalin fue realizada el 28 de Agosto de 1856 por Mr. Ames y Herr Franz Andermatter acompañados por el guía Imseng de Saas-Fee, un año después del Monte Rosa (500 metros más alto) y dos antes que el Dom. A finales del siglo XIX, una vez construido el Refugio Britannia, su ascensión se popularizó. En esa época los guías cobraban 25 francos y los porteadores 15, con la comida y el alojamiento por cuenta del cliente. La ruta más clásica recorría la cresta del Hohlaubgrat para una vez alcanzado el collado Noreste, ascender por una estrecha canal que requería el uso de cuerdas y técnicas de escalada básicas.

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