jueves, 23 de julio de 2009

Pirineos4 Valle de Zuriza, Oza y Picos del Infierno.

Picos del Infierno.


Los Picos del Infierno constituyen por sí mismo un singular macizo de intrincadas crestas, empinados corredores y recónditos glaciares. Enclavados en un estratégico punto de la cadena, hacen de ellos un privilegiado mirador desde el cual podremos hacer volar nuestra imaginación, soñando con venideras ascensiones o rememorando anteriores gestas.
Casa de Piedra, en Baños de Panticosa será nuestro punto de partida.
Nos dijeron que no hacían falta los crampones ni el piolet, por lo que nos decidimos a subir sólo con los bastones. La mañana esta limpia, y el sol ya empieza acariciar las cumbres del Argualas y el Garmo Negro cuando dejamos atrás el fondo del valle. El camino sale de la parte posterior del refugio, marcado cómo GR 11, tomando la dirección de los embalses de Bachimaña, que alcanzaremos tras superar, primero un resalte donde la senda va cercana al río que en sucesivas cascadas va sorteando la abrupta ladera boscosa, después nuestro camino entra en una zona llana donde nos llama la atención una cascada que se precipita de la cubeta superior y a la cual llegaremos ascendiendo dicho escalón por el lado izquierdo.
El camino sigue bordeando los dos embalses, donde nos percatamos que ya está en avanzada construcción el refugio que sustituirá al de Baños de Panticosa. Pronto llegamos a los lagos Azules, donde los Picos del Infierno aparecen ante nosotros con sus genuinas betas de mármol blanca que dan una apariencia tan singular a esta montaña. De los lagos Azules, los neveros cubren el fondo del valle por el que ascendemos al collado del Infierno. Una vez en el collado no deja de sorprendernos el circular ibón que se cierne al pie del pico Tebarrai, y en el cual algunos hielos flotantes contrastan con el oscuro color de sus aguas. En este punto dejamos el GR11 y nuestros pasos se dirigen hacia una pequeña brecha situada en la arista NO, dejando la arista N que desde el mismo collado alcanza la cima más occidental, siendo su dificultad similar a la de nuestra ascensión. Una vez en la citada brecha nos vemos sorprendidos por un impresionante abismo, una gran placa de mármol blanco cubre toda esta empinada ladera, y dos mil metros más abajo, el pueblo de Sallent y su bullicio veraniego permanecen ajenos a nuestra marcha. Con cuidado vamos trepando por la arista para alcanzar un senderillo que atraviesa la faja de mármol y vuelve a encaramarse para ganar la arista O, que no dejaremos hasta la cima Occidental. Ahora sólo nos faltará atravesar la horizontal cresta somital que nos dará acceso a la cima central, la mas elevada.
Estamos solos, y esto nos permite disfrutar plenamente de la intimidad que se produce entre la montaña y el montañero, esta especie de complicidad, de goce que a veces nos brinda el poder alargar nuestra estancia en las alturas sin la premura de la tempestad que nos acecha, ni del gentío que literalmente nos empuja a salir corriendo para buscar algún rincón donde encontrar un poco de soledad. La vista se pierde más y más, sobre decenas de cimas y valles que salpican el paisaje y que seguramente en toda una vida no seremos capaces de recorrer. Cuantas montañas para tan poco tiempo.
La cima Oriental será nuestro próximo objetivo, que alcanzaremos después de un pequeño destrepe y una corta trepada hasta su cima. El descenso lo haremos por la cara sur de este último pico, regresamos hasta el colladito que nos separa de la cima central, poniendo mucha atención en encontrar unos hitos que señalan el itinerario, y que siempre van muy cerca del corredor que parte en dos esta vertiente. La ruta no es difícil, pero sí peligrosa por la calidad de la roca y su verticalidad, en 30 minutos nos situamos al pie de la pared, desde donde por un terreno algo caótico, vamos a ganar el cuello de Pondiellos. Un largo descenso de 1200 metros nos llevará directamente sobre los Baños de Panticosa, final de nuestra ruta y de nuestras aventuras por estas montañas que tanto nos gustan y tanto nos aportan. Gracias a ellas, que me permiten seguir soñando, gracias a mis amigos y a mi compañera con los que he podido compartir estos momentos. Gracias.















Pico de Piedrafita y collado del Infierno.







Pico de Tebarrai y Balaitus











Glaciar norte y lagos Azules desde la arista somital.

Garmo Negro y Argualas.

Picos del Infierno.









El itinerario de descenso va por la izq. del corredor.





Baños de Panticosa desde el descenso de Cuello de Pondiellos.

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