lunes, 26 de abril de 2010

Serra de ses Farines

-Y lo conseguimos. El cuarteto (dos machos “Alfa” y dos hembras bien plantadas) se enfila a “ses Farines”, sorteando las dificultades lo más próximos al filo de la “Serra”, terreno éste, arduamente laborioso, surcado de infinidad de monjas, con afilados canalones que ponen a prueba nuestro calzado, al igual que nuestras manos, que acaban destrozadas en el áspero terreno.

-Ya nos lo habían advertido. Al llegar a la brecha anterior al “Forat”, la marcha se ve interrumpida por un escalón que nos impide avanzar, por lo que nos vemos obligados a retroceder, desgrimpando en direccíón N hasta una zona menos escarpada, desde donde podremos alcanzar el Forat. Algunos dejan allí las mochilas y tras remontar por una vira transversal alcanzamos el gran “Ojo”.

Otra vez en las mochilas proseguimos en dirección al último centinela de esta Serra de ses Farines, verdadero balcón sobre el Entreforc. Unas fitas nos llevarán inequívocamente hacia el único paso posible, una estrecha cornisa horizontal que nos dará acceso a la pequeña brecha que nos separa de nuestro objetivo. Pero aun nos tocará descender algo por la otra vertiente, ya que el filo de la “Serra” nos parecerá imposible. Ya estamos bajo el centinela, lo intentamos por varios sitios, y por fin damos con la clave, no sin antes poner a prueba nuestras habilidades de avezado escalador.

En la cima apenas nos podemos mantener en pie, el espacio es reducido, y la sensación de vacío, impresionante.

El recorrido hasta aquí ha sido laborioso, pero el retorno hacia Boverons nos llevará por un terreno, a la vista, impracticable. Pero cual es nuestra sorpresa al identificar unas fitas que entre el caos Kárstico y, en algunos puntos con trazas de camino, nos conducirán hasta el resto de Raconers que bajo la sombra de un “ullastre” escucharán incrédulos nuestra aventura. Ja ,ja ja...............Au venga dexar-lo estar.













1 comentario:

Maat dijo...

Creo que las "hembras bien plantadas" no hubiéramos podido subir por ese terreno tan exigente sin la ayuda de los "machos Alfa".
Como bien decía Coyote, no se puede tener un fallo porque entre estas rocas tan puntiagudas terminas cortado en lonchas como el fiambre.