Recorrido del tramo deportivo, con los correspondientes rápeles sin mayores dificultades. Lo negativo fue que había algo de agua (creímos que no habría, pero había, poca pero la suficiente para mojarnos de forma desagradable).
Al final del recorrido decidimos remontar el torrente. Eso es otra historia. Hemos de practicar más. De todos modos, varias lecciones aprendidas en las prácticas realizadas. Para remontar los tramos “volados” (que hay que evitar “por dios”), se hace imprescindible dos elementos de remonte (2 jummars o jumar + croll, con sus pedales correspondientes; o dos compañeros que te estiren con otra cuerda desde arriba ...). Aún y así, se necesita una cierta técnica. También hemos pensado en otras soluciones. Si la pared no es recta del todo o volada, los dos jumars han resultado ser suficientes.
AVISO: Ahora bien, 'remontar' un torrente con un cierto caudal de agua, usando elementos de sujeción a las cuerdas (jummar, etc.) puede ser una TRAMPA MORTAL. En caso de problema, se cumplirá implacablemente una Ley de Murfi; pues el centro de gravedad de nuestro arnés muy probablemente se posicionará bajo la cascada de agua. El bloqueo en un volado, bajo una roca, la pérdida inmediata de fuerza en los brazos y el pánico harán el resto. Terrible.
Bueno, esperemos que ya comiencen las lluvias otoñales esta semana y el “territorio raconer” adquiera el frescor y color deseado. Nos esperan indudablemente grandes rutas.
DOS FOTOS SIGUIENTES:
Lugares especialmente "raconers": Saliendo del techo de Sa Fosca.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario