Racons de Tramuntana: HRP 3ª parte 4

martes, 13 de octubre de 2009

HRP 3ª parte 4

4ª etapa

Refugio de Sant Nicolau – Refugio de la Renclusa.
8 horas.
1600 metros de ascensión.
1000 metros de descenso.
El cielo cubierto de estrellas, nos hace presagiar que mañana podremos disfrutar de los mil y un contrastes que nos ofrece la montaña en un día radiante de luz. Y así es, pues lo primero que puedo constatar al levantarme, es que esas mismas estrellas, siguen aun colgadas del cielo, esperando que otro astro, más cercano a nosotros devuelva el optimismo a nuestro grupo.
El Valle de Molières, al cual accedemos cruzando la antigua carretera del túnel de Viella, se muestra ancho y pausado en sus inicios, una pista circula próxima al río, que algo más arriba se precipita en una primera cascada, ascenderemos este primer escarpe por una se

nda ya que la pista se acabó en el llano. Entramos en un rellano llamado pla de Rasa, para seguidamente escalar un segundo escalón que nos separa de los Estanys de Molières. Mientras ganamos altura, los Besiberri van tomando forma por encima del Noguera Ribagorçana, su silueta a contraluz, así como las de las demás montañas del Pallars nos brindan un infinito mundo cromático de azules y grises atravesados por unos incipientes haces de luz que un sol naciente nos regala.
Un pequeño refugio se encuentra sobre el primero de los estanys, no es preciso subir hasta el, ya que el camino se dirige directamente al segundo de los estanys, acercándonos a la cabecera del circo dominado por el mismo Mulières que aunque no presume de ser una cima guerrera, por esta vertiente, y cubierta de sus primeras nieves otoñales, aparenta cierto empaque.
Después del último estany, el sendero se vuelve a empinar, y algunos hitos medio tapados por la nieve, nos van mostrando la mejor ruta para aproximarnos al Collet de Molières, al cual accederemos por unos escarpados resaltes. Ya una vez en el collet nos dirigiremos a toda cresta hasta la cima, prestando mucha atención a nuestros pasos, ya que la nieve en la vertiente O, aun se encuentra muy dura y resbaladiza.
Poco a poco vamos llegando todos a la cima, algunos resoplando por el plus de dificultad que ha supuesto el llegar hasta aquí, pero seguro que a todos nos ha valido la pena el esfuerzo, pues la panorámica sobre el macizo del Aneto es de las más soberbias. No tenemos prisa, y el tiempo corre entre risas, fotos y degustaciones varias.
El descenso lo iniciamos con cierta precaución, pues la ladera está nevada. Grandes losas y placas de nieve nos conducen hasta un primer ibón, donde aprovechamos para hacer la parada del almuerzo.
El valle que en un principio se dirige hacia el norte, toma dirección Oeste en busca del llano de Aigualluts. Todas las aguas de la cabecera de este valle serán tragadas por el forau dels Aigualluts, atrapadas sin salida en esta singular falla, desaparecerán para volver a emerger en el vecino valle de la Artiga, rumbo de ese otro río cuyas aguas cruzarán el país vecino para desembocar en el Atlántico.
El refugio de la Renclusa se encuentra sobre el llano de Besurta por lo que nos tocará hacer un último esfuerzo para ganarnos un merecido descanso.